Editorial Mayo 2017: Volver a empezar
En este mismo espacio, cuando finalizaba el mes de enero y se acababa de suscribir un nuevo convenio entre PAMI y las Cámaras de la Industria, nuestro Presidente respondía a una consulta periodística sobre el tema diciendo: “Para nosotros (el nuevo convenio) es provisorio, porque si no se modifica el gasto, en noventa días vamos a tener los mismos problemas de siempre”.
Agregando que “se nos prometió un contrato viable y un gasto racional sin dejar a nadie sin medicamentos… pero el éxito dependerá de que se cumpla con una política clara del PAMI y un seguimiento del gasto de la Resolución 337. Y hasta ahora ha sido difícil”.
Poco tiempo después, en nuestra editorial de marzo, señalábamos que todos los actores coincidían en manifestar que el actual estado de cosas les resultaba insostenible a cada uno de ellos, con la particularidad que todos exhibían una lógica impecable:
• El paciente demandaba por su constitucional derecho a la salud
• La industria procuraba maximizar sus beneficios, realizando una actividad útil y legal
• Las obras sociales pretendían que sus recursos alcancen para satisfacer las crecientes demandas de sus afiliados
• Y la red de farmacias necesitaba lograr sustentabilidad en todos sus eslabones, para poder garantizar la prestación de un servicio público.
Llegados a este punto del análisis, y ante las primeras manifestaciones de un fatal “sálvese quien pueda”, propusimos como instancia superadora la administración de un remedio eficaz: el racional y oportuno establecimiento de políticas públicas fijando un marco donde se procure la obtención del interés de todos.
Finalmente, en estos días, hemos podido comprobar que nuestras predicciones se han hecho realidad: el simple transcurso del tiempo y la lógica de funcionamiento del convenio PAMI – Industria nos han colocado (una vez mas) en un punto muerto en el cual todos pierden.
Convicciones
Ocurrido esto y ante un requerimiento periodístico, nuestro presidente manifestaba que “para nosotros es impensable que los afiliados al PAMI no tengan medicamentos”, destacando además que “nosotros tenemos un contrato social con los jubilados”.
Va de nuevo, pero diferente
Ahora, es tiempo de transformar en realidad tangible estas convicciones. Para ello, nos disponemos a trabajar junto a cada uno de los actores interesados, para crear las condiciones que hagan posible su cumplimiento efectivo.
Creemos que, para avanzar con reales posibilidades de éxito, debemos comenzar por ABANDONAR ESQUEMAS QUE HAN DEMOSTRADO SOBRADAMENTE SU INEFICIENCIA.
En el diseño del nuevo marco de relación entre el financiador, la producción, la dispensa y el consumo resultará imprescindible adoptar políticas que incluyan componentes de acceso, calidad y uso racional; decidiendo la promoción de medicamentos esenciales, dentro de un sistema basado en principios de universalidad, solidaridad, obligatoriedad y eficacia.
Por nuestra parte, ponemos a disposición los recursos tecnológicos y humanos con que cuenta nuestra Federación, comprometiendo una activa participación en procura de establecer (por fin) un sistema de relación que contemple la satisfacción del interés común y resulte sostenible en el tiempo.
Junta Ejecutiva FEFARA
31 de Mayo de 2017