Puestos a la tarea de recopilar y editar notas, opiniones y comunicados relacionados con el viejo contrato que regula la provisión de medicamentos a los afiliados PAMI, quizás podríamos contar con material suficiente para publicar un extenso libro.

De cualquier manera, tal extensión solo estaría haciendo referencia a la cantidad de palabras y autores, ya que el nudo central de la cuestión (aunque muy importante y dañino para la salud de nuestras Farmacias) resulta ser extremadamente claro y simple: estamos fuera del contrato.

Las consecuencias directas son bien conocidas por todos:

• No tenemos opción de discutir condiciones ni plazos
• Carecemos totalmente del debido acceso a la información
• Cuando lo necesitan, nos frenan los pagos para lograr una reacción de malestar y enojo

Y es en ese preciso momento cuando las circunstancias parecen naturalmente enfrentarnos a una muy dura disyuntiva:

• Cortar el servicio, lo cual solo perjudica a nuestros abuelos
• Seguir atendiendo como si todo fuera normal, relegando una vez más los legítimos intereses de nuestras Farmacias

Resulta imprescindible comprender que esta disyuntiva no es justa, ni legitima.

Y que actuar conforme a esta lógica, solo conseguirá que los eslabones más débiles de la cadena se enfrenten innecesariamente, por acciones u omisiones de quienes tienen la obligación de dar solución al problema planteado.

A pesar de todo, aún nos resistimos a tomar de rehenes a los afiliados, del mismo modo que la Industria lo hace con nuestras Farmacias. Aportando pruebas a lo afirmado, repasemos lo ocurrido el pasado fin de semana:

• PAMI concretó importantes pagos a la Industria, en su calidad de administrador del contrato
• No obstante ello, las Droguerías no recibieron (al menos, eso es lo que algunas declaran) las NC respectivas y por tal motivo exigieron a las Farmacias el pago total de sus compromisos
• El día lunes “aparecen” las NC en Droguería, generando saldos a favor que solo pueden ser utilizados en compras futuras, mientras las Farmacias han vuelto a quedar con caja seca para hacer frente a los demás compromisos propios de su gestión.

En síntesis: estamos cansados de ver siempre la misma película. Y, entonces, cual es la salida?

La salida es una sola: las Farmacias y sus Instituciones representativas deben constituirse en administradores de este contrato

Ello implicará una directa relación con el PAMI, situación en la cual ofreceremos nuestra total y amplia colaboración para realizar juntos los cambios estructurales que la realidad presente demanda, estableciendo claramente los servicios que el Instituto pretende brindar a cada uno de los segmentos de su población afiliada y aportando los desarrollos y la experiencia que las instituciones del sector hemos sabido sumar en todos estos años.

El primer paso en tal dirección ya fue dado: el pasado 6 de abril las cuatro instituciones que representan a la farmacia argentina (FACAF, COFA, FEFARA y AMFMyS) hemos suscripto un Acta Acuerdo con el titular del INSSJyP, la cual se constituye en marco de referencia para el trabajo conjunto desde aquí hasta la suscripción de un nuevo contrato.

Esta opción también tiene otro costado digno de destacar: las instituciones nacionales hemos estamos consolidando una relación alrededor de una agenda común de trabajo, como condición necesaria para la obtención de resultados favorables para el sector.

En los próximos días y en esta lógica de permanente contacto con el INSSJyP, nos volveremos a encontrar para dar tratamiento a una propuesta concreta de la cual esperamos darles prontas y favorables noticias

Hasta la próxima

Prensa FEFARA

30 de Abril de 2016