Columna de Manuel Agotegaray en la Revista Médicos

La ocasión y la virtud, deben ser concurrentes
Han pasado más de quinientos años desde que Nicolás Maquiavelo, en “El Príncipe”, dejara formulada la máxima que da título al presente. El mensaje es irrefutable y nos está señalando que:
• De nada sirve tener oportunidades, si uno carece de la habilidad necesaria para tomarlas
• Como tampoco sirve el conocimiento o destreza, mientras falte la ocasión de poder demostrarlo
Veamos su aplicación práctica a partir de nuestra corta pero rica historia, situando las acciones en el actual contexto.
Como lo señalan los documentos constitutivos, FEFARA fue creada para promover una red de Farmacias, acordada y regulada por el Estado, que en su accionar evite colisionar con los intereses de los distintos actores integrantes de la cadena de valor del medicamento, pero que a su vez garantice la accesibilidad, seguridad, calidad y eficacia a la que tiene derecho la población.
Por ello durante nuestra activa vida institucional, y casi siempre en soledad, los mejores esfuerzos se han invertido en temas con directa relación hacia:
• Los Pacientes: propiciando el uso racional del medicamento; la utilización de un Vademécum Nacional Farmacéutico, con criterio sanitario; la prescripción por denominación común internacional; la fijación de una política de precios de referencia farmacéutica y otros no menos importantes.
• Los Financiadores: poniendo a su disposición herramientas tecnológicas que ayuden para que las acciones de mayor cobertura lleguen a quienes realmente las necesiten; para que puedan lograr el uso eficiente de recursos cada vez más escasos; o bien soluciones tecnológicas y de procesos para aportar en la realización de las tareas de auditoria, economizando procesos y costos para el financiador
• Las Farmacias: mediante estrategias y acciones que permitan acceso y sustentabilidad a nuestra red de farmacias, brindándole a todas la oportunidad de participar en todos los contratos de la seguridad social; disminuyendo los costos de operación y mejorando el ciclo financiero en los contratos administrados por nuestra Federación.
• El sistema de salud: sosteniendo como principio irrenunciable “los medicamentos solo en Farmacias”; propugnando por la intervención estatal para la fijación de exigencias de calidad en la producción de los medicamentos, tanto para laboratorios de producción pública como privada; propiciando acuerdos con el sector público, para aportar toda nuestra experiencia, capacidad técnica y operativa, a fin de colaborar a la mejor atención de los pacientes de ese sector, comprometiendo la colaboración y asistencia de toda nuestra red de Farmacias y otros de igual significación.
Cuadro de situación
Sin pretender describir la totalidad de los elementos que conforman una foto instantánea del momento actual, en el sector medicamentos se visualizan de manera nítida los siguientes elementos centrales: aumento de vida promedio de la población; demanda creciente; fuerte presión de marketing (especialmente centrada en la prescripción); judicialización creciente en la demanda de productos de alto costo (que no siempre resultan la mejor alternativa costo-eficiente); recursos cada vez más escasos para el financiador; falta de transparencia y control en el circuito de provisión de medicamentos, tanto en ambulatorios como en tratamientos de alto costo; mal uso o despilfarro de recursos (tanto por ineptitud como por corrupción); y otros semejantes, que terminan por dar forma a la crisis terminal en la que nos encontramos.
Debe entenderse que todos estos elementos o factores interactúan y se potencian entre sí, generando una espiral de deterioro creciente e irreversible. Y a esto lo saben todos los actores del mercado, sean del gobierno, los financiadores, la producción, la distribución y/o la dispensa.
Llegados a esta situación, parece obligado detenerse y concluir que:
• Ya no se puede engañar a nadie poniendo en aparente vigencia vademécum ilimitados, sin controles ni autorizaciones
• Es necesario aplicar una nueva metodología para la provisión de medicamentos, tanto para ambulatorios como para tratamientos especiales, lo cual incluye una negociación de precios aun en los casos donde haya pocos oferentes
• Esta realidad es el común denominador de todos los financiadores, sean estos gubernamentales, sindicales o privados
• Ignorando estas señales y dejando todo como está, penosamente transitaremos el camino que finalizará con el colapso del sistema.
• Haciendo más de lo mismo, jamás lograremos resultados diferentes
Ante este panorama, venimos (una vez mas) a proponer la adopción generalizada de un modelo de gestión superador de aquel que nos ha puesto en la insostenible situación actual. Un modelo sustentado por la filosofía organizacional de FEFARA, que atienda los intereses legítimos de los distintos actores de este sector, lo cual no es ninguna utopía por estar sobradamente probado en la gestión de los contratos que venimos administrando desde hace ya varios años a esta parte.
La alternativa de hierro es: dejarse morir, de la mano del agotado sistema anterior o apostar por los cambios que permitan la sustentabilidad del sistema de salud y sus componentes.
Quienes constituimos FEFARA, desde el mismo origen de la federación hemos teniendo una visión clara del futuro deseado y, por ello, nos dimos a la paciente tarea de desarrollar habilidades, tecnologías y procesos que posibilitaran la concreción de nuestras metas y objetivos (“la virtud”)
Hoy, con el estado de situación antes descripto, estamos convencidos que ha llegado el momento propicio para poner a disposición del sector el producido del trabajo que estuvimos haciendo durante todos estos años, compartiendo y aportando todo lo bueno que tenemos para ofrecer (“la ocasión”)
No hay más tiempo que perder. La decisión debe ser tomada ahora y, por ello, estamos saliendo a invitar a cada uno de los actores de la seguridad social, para transitar juntos el camino que nos llevará hacia la salida de esta vía muerta.
Comenzando hoy mismo.
Manuel R Agotegaray
Presidente FEFARA