10º Jornadas Federales y 9º Internacionales de Política, Economía y Gestión de Medicamentos Las idas y vueltas de la reforma sanitaria en la Argentina

Durante las 10° Jornadas Federales y 9° Internacionales de Política, Economía y Gestión de Medicamentos, realizadas en el mes de septiembre de 2012 en la ciudad de Rosario, se desarrolló una interesante mesa sobre el tema "Las idas y vueltas de la reforma sanitaria en la Argentina". El encuentro, que contó con la coordinación del Farm. David Campos, presidente del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Catamarca – FEFARA, mencionó en la apertura la importancia de una eventual reforma sanitaria en Argentina, analizando la situación actual, refiriéndose al desarrollo de los servicios de salud a través del tiempo, y valiéndose de datos concretos para abordar la cuestión. Inmediatamente introdujo a los oradores: el Dr. Aldo Neri, el Dr. Roberto Chuit, y el Dr. Adolfo Sánchez de León. El Dr. Aldo Neri comenzó explicando que en la Argentina en el pasado hubo dos grandes proyectos que apuntaban a lograr una reforma sanitaria a nivel nacional. El primero, impulsado por el Dr. Liotta en la década de 1970, fue conocido como ‘Sistema Nacional Integrado de Salud’. El otro fue en la década de 1980, y se llamó ‘Seguro Nacional de Salud’. Aunque ninguno de los dos proyectos finalmente funcionó, el doctor los mencionó para mostrar que hubo intentos de reforma, aunque por distintas razones vinculadas con la realidad del país, no se concretaron. Más tarde el Dr. Neri se refirió a la Argentina de estos días. Destacó que “en 40 años hemos desarrollado modificaciones importantes en pobreza, en empleo y en igualdad”. En pobreza, nosotros tenemos un poco menos de 1/3 de la población bajo la línea de pobrezay si se suman los que apenas asoman la nariz por encima de esa línea, estamos arriba del 40% de la población. O sea una sociedad partida en 2 grupos, un grupo de 50 / 55% con mayor o menor grado de inclusión y de oportunidades y casi una mitad con mucho menor rango de oportunidades y de inclusión efectiva. Esto no es coyuntural, obviamente, en todas las crisis empeora y se profundiza y en todas las prosperidades que siguen a casi todas las crisis, mejora. Últimamente, merced a la reacción que se produjo después del 2002, mejoraron todos esos índices, espectacularmente.” “En relación al empleo, tenemos en este momento cerca del 40% de la masa trabajadora en condiciones de precarización laboral. Esta precarización laboral no quiere decir que se estén muriendo de hambre ni que son desocupados, quiere decir que el empleo es inestable y que además, las condiciones del empleo no se encuentran dentro del derecho laboral de protección social a la condición de empleado u obrero en relación de dependencia.” Al referirse a la igualdad, indicó que “las diferencias en el ingreso de los distintos sectores, podemos decir que es característica de América Latina no solamente de Argentina, y que se profundiza en las crisis y mejora después de ellas. Pero si se analiza a lo largo de 4 décadas se puede observar como la brecha, según lo toman los economistas entre el 10% que está peor del 10% que esta mejor, se mantiene inamovible aunque todos mejoren. “ También comentó que por más de que todos en nuestra sociedad tienen acceso al tratamiento médico, no todos reciben la misma calidad en este tratamiento. Quienes pueden acceder a un sanatorio privado conforman un grupo de privilegiados que recibe mejor atención, comparados con quienes se atienden en hospitales públicos. “Según los datos, el gasto en salud de los argentinos es de alrededor del 10% del producto bruto interno pero la mitad de ese gasto no es del Estado, ni de los presupuestos de las obras sociales, sino que es gasto directo del bolsillo de la gente.” Además, señaló que quienes tienen menos recursos son generalmente los que gastan más dinero para su salud, ya sea en medicamentos o algún tratamiento; y que el fracaso es del “conjunto de la sociedad que no logramos regulaciones adecuadas para que los distintos intereses creados, muy legítimos, puedan conjugarse en un denominador de bien común”. Después, el Dr. Neri pasó a hablar de una posible futura reforma, y de qué atributos ésta debería tener. La reforma debería: -tender a la integración de la población. Esto es un desafío grande, destacó, porque dicho atributo iría en contra de la corriente, por lo que sería complicado implementarlo. -incluir al sector privado de la medicina para lograr un cambio inclusivo. -contemplar la integración de recursos y “hacer un eje en un concepto muy federalista de gestión provincial”. -exigir la dedicación exclusiva de los profesionales para el servicio de los pacientes. -ayudar a los profesionales a adaptarse a las nuevas tecnologías, técnicas y protocolos. -estar integrada en una política social que favorezca al pueblo. Para finalizar con la idea, Neri insistió en que se debe concientizar a la gente, para que así haya más conocimiento sobre el tema.
Más tarde fue el turno del segundo orador, el Dr. Adolfo Sánchez de León. El mismo comenzó contando su experiencia coordinando el Seguro Público de Salud en la provincia de Buenos Aires. Este fue un proyecto iniciado en el año 2000, destinado a quienes no contaban con cobertura de la seguridad social y no estaban en condiciones económicas de adquirirla. El proyecto creció hasta llegar a tener 700.000 personas bajo cobertura, siendo la tercera obra social más grande de la provincia de Buenos Aires.
Una de las particularidades del Seguro Público de Salud es que contaba con varias innovaciones. Una de ellas fue que los beneficiarios figuraban con nombre y apellido, había un padrón que les permitía obtener información epidemiológica y elaborar una pirámide poblacional. Además, la persona tomaba conciencia del derecho que tenía a atenderse.
“Otro hecho innovador fue el modelo de atención, la presencia del médico referente de un grupo de familias, con un tope máximo de 1.000 personas a cargo, y el otro tema era la responsabilidad nominal. El médico era el responsable de la salud de esas personas, no solamente de atender su enfermedad, sino de controlarlas según todas las normas”, señaló el Dr. Sánchez de León, agregando que el cuidado era sobre todo materno-infantil, ya que el programa se focalizaba en ese rubro.
“En ese momento al médico referente que había sido seleccionado se le pagaba por cápita, no por sueldo. También el horario variaba y podía atender en su consultorio siempre y cuando éste estuviera a no más de seis cuadras a la redonda de donde estaban los beneficiarios. Había libertad de elección del médico de cabecera, la gente podía cambiar hasta dos veces por año si no estaba conforme con su médico, entre otras cosas.”
“Se contaba con una base de datos informatizada y una planilla para el médico en la que no tenía que escribir, simplemente codificaba hasta 3 motivos de consulta o diagnóstico, con el número de beneficiario y no ponía ni el nombre del mismo. Esa planilla la tenía que presentar al Círculo Médico, del 1 al 5 de cada mes, sino no cobraba”, cuenta. Además, en algún caso de extremidad como una desnutrición, el sistema alertaba a los médicos.
Por cambios de política y gestiones el programa se fue deteriorando hasta perder más del 60% de los beneficiarios. El doctor alertó que aunque hay muchas causas como ésta, no alcanzan para hacer una reforma a menos que cuenten con un serio respaldo a nivel político. Coincidiendo con el Dr. Neri, señaló que se necesita una reforma estructural para generar un cambio real.
Luego, el Sánchez de León pasó a hacer algunas reflexiones sobre la actualidad del país. “La primera reflexión es que no hay una política de reforma, en este momento, en el sector salud, es más, me parece que la salud no está en la agenda pública ni en la agenda política”, destacó. Además, dijo que el estado esta muy presente en estas épocas, adquiriendo un rol protagónico. Como ejemplo planteó la estatización de muchas empresas.
“Con respecto a Salud, ésta no acompañó a las reformas, si ustedes me preguntan a mí, yo creo que es una de las áreas en donde el Estado más presente debería estar, y no estoy hablando de nacionalización ni estatización pero hoy, como decía bien el Dr. Neri, el gasto privado en salud sigue siendo del 46%, o sea el mercado sigue regulando la salud, tanto es así que el estado nacional destina a Salud el 0,29% del PBI, nada, evidentemente, no hubo una reforma en cuanto a mayor inversión del Estado”, explicó.
Contrastando, señaló que en los noventa hubo reformas, aunque no estructurales, como el hospital público de autogestión, los seguros públicos, los contratos de gestión, o la libre elección de las obras sociales, señalando así que hubo coherencia entre las reformas en la salud y en el resto de las áreas, mientras que hoy eso no se ve.

Medición de glucemia según cobertura Fuente: Encuesta Nacional de Factores de Riego. Años 2005 - 2009. Comparación.
El Dr. Sánchez de León indicó que hay poca diferencia entre quienes cuentan con una prepaga, obra social, o plan o seguro público. La gran diferencia está entre quienes cuentan con esto, y quienes no cuentan con cobertura. Entre los que están en este grupo, el 40% nunca se midió la glucemia. Al respecto, dijo: “Aparentemente, se debe al hecho de nominalizar la población, de darle la responsabilidad, porque no me surge que haya diferencias socioeconómicas, porque quien tiene un seguro público, un plan nacer, en teoría también es la persona menos pudiente.”
Refiriéndose a una encuesta sobre Utilización y Gasto en Servicio de Salud, señaló “esta encuesta muestra que la población de mayores quintiles de ingreso gastó, en promedio, cada familia, 166% veces más que una familia de uno o dos quintiles, pero cuando se les preguntaba por la percepción de su salud, los de quintiles más altos, el 46% dijo que su salud es muy buena, y solo el 25% de los de ingresos más bajos dijeron lo mismo. Es decir, perciben que tienen una peor salud pero gastan menos y utilizan menos el servicio. La mala noticia es que el gasto en salud de las familias más pobres, si bien gasta menos, representa alrededor de un 15% o un 16% de sus ingresos, mientras que el gasto en salud de las familias que más tienen representa un 8% o un 9%, o sea que es tremendamente inequitativo ese gasto privado en salud porque las personas que menos tienen dejan de consumir otros bienes.”
Tasas de uso según afiliación

Fuente: Encuesta Utilización y Gasto en Servicios de Salud en Argentina. Año 2010. Instituto Gino Germani. Fac. Cs. Sociales. UBA.
Los datos presentados a continuación muestran cómo desde el sector privado se invierte más dinero en la salud, obteniendo consecuentemente un servicio de más calidad.

Refiriéndose a una posible reforma, el Dr. Sánchez de León opinó que su prioridad sería atender a aquellos que no tienen cobertura médica, sin olvidarse de quienes la tienen. Coincidió con el Dr. Neri al decir que “hay acceso a los sistemas de salud pero con un ingrediente de calidad, en tiempo y forma.”

Ante la pregunta de a qué atribuirle semejante descenso en la mortalidad infantil Sánchez de León señaló que la medicina mejoró, pero adjudicó también responsabilidad a cuestiones sociales: “En la década del 40 y la del 70 se construyó el modelo planificado por el Dr. Carrillo, una posibilidad de reforma importante, y también hay que tener en cuenta la ley de universalización de la seguridad social y en ambas décadas hubo una expansión de la capacidad instalada, un acercamiento entre la tecnología y la gente que menos acceso tenía.”
En cuanto a prioridades inmediatas, opinó que habría que buscar volver a vivir el “shock de acceso” que se produjo en la década del 40 y del 70. Para esto habría que implementar medidas fuera del sector salud. Así, la gente podría contar con obras sociales, planes de salud, y seguros sociales.
Finalmente, introdujo otra posible innovación: “el otro punto importante a tener en cuenta es la generación de protocolos. Hoy existen herramientas como es la Historia Clínica que puede ser única, virtual e inteligente y a partir de ella se podría generar los protocolos que se usarían para el tratamiento universal, portátil por la persona, y el médico de una obra social, de una prepaga o de un seguro publico podría utilizarlo.”
Así, Sánchez de León le cedió la palabra al último orador, el Dr. Roberto Chuit.
Según afirmó Chuit, un concepto a tener en cuenta es que hay una base amplia de atención en la salud, y que al incrementarse la complejidad, el acceso al sistema de atención debería estar contemplado. Sin embargo, la realidad en nuestro país es que una gran parte del presupuesto se invierte en infraestructura, y la atención al paciente de baja complejidad queda en un segundo plano.
El Dr. Chuit señaló que “existe un sector público que está fragmentado y no coordinado. Además, se superponen intervenciones y coberturas, el 30-35 % de la gente que tiene alguna cobertura va al sistema público, en el año 2001 llegó al 60%”. Además, destacó que el sistema privado está sumido en una crisis financiera. Como consecuencia de esto, hay varias particularidades en nuestro sistema de salud:
- “Dificultad para llegar a todas las personas (distribución e infraestructura existente en los centros asistenciales).
- Profesionales dedicados más a la atención de patología que a la prevención.
- Personas que acceden a centros de atención especializada sin haber sido derivadas.
- Demanda excesiva e indiscriminada en los centros de atención general.
- Falta de información actualizada y reciente del estado de salud de las personas y de la situación sanitaria.
- Concentración de conocimiento y prestación, fundamentalmente, en los centros urbanos.”
El doctor, luego de repasar brevemente algunos aspectos de los últimos 60 años de la medicina argentina, concluyó que “estamos teniendo un sistema sanitario, en lo que hace a la atención, desorganizado tanto desde lo conceptual, como de lo estructural, y desde las ideas primigenias que tenemos los profesionales.” Enfatizó así la importancia de la atención primaria, y del rápido tratamiento e incluso prevención, pensando a largo plazo.
Número de casos de Paludismo en Argentina. Período 1909-2008

Fuente: Prof. Dr. Roberto Chuit Valiéndose del gráfico, Chuit señaló que según el gobierno el número de casos de Paludismo varía mucho. Para ejemplificar la falta de organización, el Dr. Chuit dio el ejemplo de lo ocurrido con la Fiebre Hemorrágica Argentina: “En el gráfico podemos observar que en los años 60 comienza el registro de casos, lo lleva a cabo el Dr. Maistegui desde Pergamino. En el año 77 empieza a desarrollarse una vacuna, pero ante la situación política del país, no pudo llevarse a cabo y se hizo un acuerdo con el Walter Reed Army Research Institute de los Estados Unidos de América para que lo continuara y se llevaron a nuestros investigadores que estaban trabajando en el tema. A partir del año 86, la vacuna estuvo disponible, se comenzó con los estudios de fase 1, 2 y 3 que duraron hasta el año 91 y luego el Instituto le entregó a la Argentina 200.000 dosis, con el compromiso de que nuestro país ponía en marcha el laboratorio de producción de vacunas. Debido a un conflicto fuerte durante años, recién se empieza en el año 2003 la elaboración de la vacuna local. Todas estas idas y vueltas en nuestra historia, nos llevan a que haya personas enfermas y personas que se mueren.”, concluyó.
Número de casos de Fiebre Hemorrágica Argentina y número de vacunados. Período 1965-2008.

Al referirse a la posible reforma, el doctor comentó que según su opinión se necesita incluir a todos los sectores de la salud para que se pueda cumplir. Estos son: “las personas que demandan el servicio, el equipo de salud que interviene en su atención, la organización sanitaria, la infraestructura, el financiamiento y la legislación.”
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