Con mucha preocupación (pero sin sorpresa) asistimos a una nueva puesta en escena de una conocida obra, por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

En esta ocasión, podríamos titularla “Medicamentos al alcance de tu mano: tómalos de nuestras góndolas o solicita tu delivery, cómodamente desde donde te encuentres”.

Según las propias declaraciones de sus autores, la idea superadora consiste en facilitar el acceso a los medicamentos de mayor necesidad cotidiana, evitando molestas y tediosas colas, totalmente injustificadas para adquirir remedios que no necesitan, según ellos, la intervención de ningún actor del equipo de salud (medico ni farmacéutico)

Es probable que estas propuestas para mejorar el acceso puedan llegar a ser adecuadas para algunos alimentos y/o algún otro tipo de bien transable en la economía pero, los farmacéuticos y todos quienes entendemos de Salud, sabemos que resultan muy peligrosas y absolutamente inapropiadas para un bien social de gran valor sanitario como son los medicamentos.

Solo como una mínima ilustración de lo afirmado, recordemos que las consecuencias de la automedicación constituyen uno de los más importantes motivos de consulta en Hospitales y Clínicas de nuestro país. Además, ofrecer medicamentos en góndolas o enviarlos por delivery significa, sin más, darle al paciente la idea de que el mismo es inocuo y que puede ser usado libremente.

Consideramos, por tanto, una obligación inexcusable de todos quienes estamos trabajando en favor de la salud de los argentinos denunciar y oponernos firmemente a este proyecto, mediante el cual solo se logrará transformar la ciudad de Buenos Aires en una isla donde se protejan exclusivamente los intereses comerciales de kiosqueros, grandes cadenas de pseudofarmacias, y de todos aquellos a los que no le importa el bienestar general, ni la Salud de los Ciudadanos.